Cada año, el viernes siguiente a Corpus Christi, la Iglesia Católica celebra con gran solemnidad el misterio del Sagrado Corazón de Jesús, una de las festividades más queridas por los fieles. Instituida por el propio Cristo en sus revelaciones a Santa Margarita María de Alacoque, esta fiesta invita a todos los devotos a contemplar el Corazón de Jesús como el centro de su amor incondicional por la humanidad.
En este día, la Iglesia celebra el amor sacrificial de Cristo, recordando su sacrificio por nuestra salvación y ofreciéndonos una ocasión para la reflexión, la reparación y la acción de gracias. A lo largo de la historia, la devoción al Sagrado Corazón ha ido creciendo, y con el paso de los siglos, grandes papas han respaldado y promovido esta celebración con encíclicas, consagraciones y actos de fe universales.
